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El propósito, la pieza clave de la transformación digital.

El propósito, la pieza clave de la transformación digital.

Apreciados seguidores, hoy publicamos un artículo de opinión sobre estrategia empresarial. Más allá de la revolución digital, toca centrarse en el propósito, un cambio que pasa para reconectar con la sociedad.
No te pierdas este artículo! Una visión personal sobre los cambios fundamentales que están afectando los negocisa hacer uno Back tono Basics. Además hoy haremos una sobre algunas de las tendencias que a largo plazo, podríamos transformar la manera como empresas y personas se relacionarán.


La revolución digital está provocando un cambio social, un cambio de propósito

Una sociedad se define por sus valores y sus convicciones. Nuestras creencias son instrumentos poderosos, a veces nos potencian y otros nos limitan. Aquello en que creemos nos dicta la conducta y la moral; la diferencia entre el bien y el mal, o entre el sentimiento de fracaso o exitosa. A causa de la digitalización, pienso que hombres y mujeres somos más sociales del que queremos enseñar. Necesitamos dotarnos de ciertas reglas de convivencia y de estructura social, un tipo de credo, de orden preimpuesto. Como resultado, es el capitalismo, la religión común que ha reinado en las ultimas décadas. Un conjunto de creencias basadas, entre otros, en el consumismo y la exaltación del beneficio empresarial.


Venimos de la religión del consumo y de la exaltación del beneficio empresarial

La revolución digital está provocando un cambio social, un cambio de propósito que está sacudiendo las bases ideológicas y morales de nuestra sociedad. Así pues, según un informe de Harvard del 2016,, el 51% de los jóvenes norteamericanos no apoyan al capitalismo, y 64% piensan que la primera razón de existir de una empresa es hacer un mundo mejor. Está pasado de moda, aquello de que la misión de una empresa es crear valor para el accionista?

Los beneficios nos han hecho olvidar la razón de ser de nuestra empresa?

De forma que una empresa no tiene bastante con ganar dinero. Tiene que encontrar un propósito más amplio, ser responsable de sus productos y servicios, ser sostenible, e implicarse a nivel social… Por lo tanto, una marca hoy tiene que definir en qué manera la empresa puede mejorar nuestras vidas y generar un impacto positivo por la humanidad. Dos de los pilares del capitalismo liberal están tambaleando: el consumismo irracional y la legitimidad de ganar tanto como puedas. Antiguamente, antes del capitalismo globalizado, ya era así.

Antiguamente ya era así, los comercios de un pueblo tenían como razón de ser mejorar la vida de sus vecinos.


Hacia el consumo consciente y la busqueda del proposito vital!

Y es que el consumo está cambiando! Todavía nos gusta comprar, pero ya no queremos que los bienes materiales nos definan. Cada vez más nos encontramos ante un consumo más consciente. Consciente del impacto que puede tener consumir en el ámbito social, ambiental o económico. Empezamos a tener vergüenza de comprar un vehículo diésel o incluso de coger un vuelo…

Més enllà de la revolució digital, el canvi està en el propòsit.

Como resultado, la sociedad espera que elijamos las opciones de compra correctas, y cada vez más nos exponemos a ser criticados si no lo hacemos bien. Puede estar muy visto comprar un vehículo caro mientras sea eléctrico. Puede estar muy visto comer carne el fin de semana sobre todo si durante la semana eres vegano. El consumidor de la era digital no es lo antiyuppi de los 80, ni el hippy de los 70. Es un comprador consciente pero flexible, hace algunos sacrificios para sentirse menos moralmente ansioso. La investigación de este equilibrio, del propósito vital de cada cual (persona o empresa), es y será un factor determinante en una sociedad donde el que ganes o el que tengas ya no lo será todo.s

Los mercados permanecen ajenos a la transformación social

Además, el capital privado continúa disfrutando de la fiesta de la automatización y las ecónomas de escala globales, que hacen que la escalabilidad y la disrupción de la competencia sean las palabras más de moda. lo era digital, el cliente es manantial, el cliente está en el centro, la experiencia de cliente es clave. Ser digitales, quiere decir que somos escalables, es decir en muchos casos, optar por un modelo de negocio de volumen, donde el objetivo es obtener el máximo de clientes y de sacar el máximo de provecho de cada cliente.

Més enllà de la revolució digital, el canvi està en el propòsit.

Customer centricity, customer conversion funnel, customer journey, customer experience, customer lifetime value, …. Sí! El cliente está en todas partes! Es omnipresente! Incluso parece un recurso más de la empresa!

La receta del «customer» no funciona sino eres auténtico!

Sobretot no em malinterpreteu, la recepta del “customer” és genial per empreses globals de volum o start-ups. Però a Andorra, els manuals de màrqueting digital igual no són tan fàcils d’implementar, ni adequats per a tots els negocis. Personalment, crec que la recepta d’un model de volum no s’aplica a tots. Malgrat que la transformació digital i la col·laboració és crucial per l’adaptació de tots els negocis, crec que cada model de negoci ha de definir quina proposta de valor que se li adapta millor.

Més enllà de la revolució digital, el canvi està en el propòsit.


F, estoy convencido que a largo plazo, las empresas de éxito no serán únicamente aquellas con escala global. También hay lugar por otros. El precio no lo será todo en la era del consumo consciente. De forma que la sociedad está pidiendo empresas diferentes donde traten empleados, clientes y no clientes, como personas y de la mejor manera posible. Va de identificarse con algo que nos gusta y hacerlo de la mejor manera posible. Para tener éxito hoy, ayuda mucho ser un apasionado del qué haces. Ya no vale vender humo o copiar al del lado.


Hay que ser un apasionado del que haces, ya no vale copiar.

La pandemia nos está dando tiempos para repensar prioridades, propósitos vitales, redefinir aquello que es más importante para nosotros como personas. Así en otros aspectos tecnológicos y económicos, el confinamiento ha acelerado la velocidad del cambio. Las personas ya no somos clientes, consumidores o empleados, somos personas en una sociedad cambiante que busca ser más madura y responsable.

Més enllà de la revolució digital, el canvi està en el propòsit.

En definitiva, la moral social está cambiando, y muy deprisa. El cambio digital pasa para entender que no hay revolución sin propósito. Que se lo digan a grandes personajes públicos que han acabado en la prisión? El que hace 30 años era aceptable, es intolerable en la moral del 2020. La sociedad cambia, los hábitos de consumo detrás. Una cosa nos queda inmutable, los negocios no van de ganar “customers”, van de dar servicio a la sociedad y de conquistar el coro de las personas.

La moral social cambia muy deprisa. Que se lo digan a grandes personajes públicos que han acabado en la prisión?

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